Son los datos, estúpidos

¿O no? Porque no es que haya muchos, quizá no hay ninguno. Pero los que hay los tergiversamos o nos los inventamos. Dicho y hecho. Y así es cómo funciona Canarias Cultura en Red. ¿Que alguien nos dice que los datos están mal? A ese alguien nos lo cargamos o simplemente pasamos tres quilos. Sí, para qué molestarnos en los datos si los que tenemos nos glorifican en nuestra ardua tarea de emponzoñar la triste vida cultural de los canarios.
Un dato: El ICUB (Instituto de la Cultura de Barcelona) subió su presupuesto un 11% a pesar de la crisis o precisamente por la crisis. Canarias Cultura en Red lo bajó un 40%. Si es que van a ser los datos, estúpidos.

De revoluciones a la francesa

Para que empiece esa revolución la pregunta que siempre me hago es: ¿Por qué siguen las instituciones del Estado en manos de los partidos políticos, que más allá de sus siglas, son las instituciones más corruptas, oscuras y sectarias que hemos conocido en democracia? Porque lo que sí sabemos es que las empresas quieren hacer dinero, unas con más pasión y menos ética y otras al revés. Pero, ¿cuál es la principal finalidad de un partido político? ¿Es acaso el bienestar de la gente? ¿O ganar en número de votantes cada equis años y así poder aspirar a ganar las siguientes elecciones? Sí, ya sé que la respuesta será algo así como: No todos los políticos son malos, son sólo algunos. Hablo siempre de los partidos políticos como infraestructuras que desde mi punto de vista han acabado consigo mismos a fuerza de corromperse y pudrirse hasta extremos insostenibles. Eso es, son insostenibles como fuerza que haga avanzar hacia una sociedad más justa.
Ese es el primer paso. El segundo, sentido común, proyectos a medio y largo plazo y profesionalización de la gestión pública.

El sur

Aunque mi devenir diario no dependa de días de fiesta y santos que guardar, simplemente de pensar que este viernes es justificable para que yo me vaya al sur, a respirar ese aire cargado de furia, eso sí, con mis libros debajo del brazo y ese sol que es todavía de todos, me ha alegrado el día. ¿Alguien me acompaña? Sí, me acompañas tú, esa sombra que me guía y me protege.

De proyectos

Ando buscando información sobre ayudas para la industria cultural. Más que ayudas es financiación. Si me pongo a hablar de lo que se tarda en cobrar para luego financiar, acabaríamos hablando del negocio que hace el banco por cuenta ajena, o sea, por mi cuenta corriente. En fin, prefiero hablar de la espera ante los milagros, quizá ese mismo milagro que se llamó crisis y que ha disminuido la fortuna en millones de euros en sus cuentas corrientes. La mía, nunca será gorda. Pero todavía aquí hay playas, un oceáno que va y vuelve, siempre está ahí, frío, enfría esta tierra volcánica que nació quemada y no por el sol.

Impertinencia

Dice la Rae en su cuarta acepción: Curiosidad, prolijidad, excesivo cuidado de algo.
Quizá sea yo algo impertinente. Me refiero a esto porque parece que el ser impertinente es algo negativo. Nada más lejos del diccionario. Preguntaba a una parlamentaria canaria que por qué no se ha encontrado entre los cuatro millones de parados a ningún parlamentario ya sea europeo o regional o nacional. Todos están trabajando y cobrando a final de mes. Bueno, algunos tienen otros trabajos de los que también cobran. Así que cobran de lo público y de lo privado y nadie, nadie les deja en paro.
Se prevé una gran participación en las próximas elecciones. Pero no creo que ninguno de esos políticos se quede en el paro, aunque la abstención llegue a límites insospechados. Los parlamentarios no lo permitirían.

Antes que anochezca

Ayer vi la película de Julian Schnabel por segunda vez. Sigo preguntándome cómo se podía tener en tan buen lugar a Fidel Castro, Che Guevara y la revolución cubana en sí, cuando pasaron hechos tan repugnantes a la ética y moral humana como la que se relata en la película. Me produce estupor y sonrojo casi tanto como las acciones de la CIA en América Latina, o la cárcel de Abu Graihb o la tortura en Guantánamo. Eso explica mi falta de cohesión social.

Hannah Montana

Sigo leyendo el libro sobre Walter Lippman, y he decir que me quedo con la boca abierta con las cosas que leo sobre este periodista. Más que un periodista era un intelectual, por lo que la comparación con los periodistas de ahora se me hace cada vez más complicada, si no imposible.
Ayer salía publicada una clasificación de las universidades con una mejor calidad en docencia, investigación, etc... Ni rastro de las universidades canarias que simplemente no existen para estas valoraciones positivas. Seguramente las encontraremos en las negativas, pero eso no parece doler mucho por aquí.
Más duele el oír a una diputada canaria y a la concejal de urbanismo del ayuntamiento de Santa Cruz (buscar Tavío y Reverón en youtube) hablar acerca del sebadal, planta marina de especial interés pero, sobre todo, problemática al poner en cuestión la obra de un puerto industrial que no parece (el Supremo dirá) del todo legal.
Mejor sigo con el libro de Lippman.

Televisores de plasma

Me preocupa que el sector cultura considere que la compra de un televisor sea algo así como una actividad cultural. Quiero decir que es difícil de justificar semejante afirmación. Con estas actividades y unas cuantas más discutibles, el sector Cultura significa el 3% del PIB nacional. Quizá nos equivoquemos al situar a la Cultura como un mero porcentaje dentro del Producto Interior Bruto.
Nadie duda de que los cocineros españoles están entre los mejores del mundo. ¿Alguien se acuerda de los últimos premios Nobel españoles? La contestación puede ser que los premios Nobel no es un premio riguroso. Quizá nos equivoquemos.

Después de un siglo

No, no he tardado tanto en volver al blog, pero han sido unos días un poco moviditos. En fin, estoy leyendo un libro El periodista y el poder de Ronald Steel, una biografía de uno de los periodistas con mayor prestigio del siglo pasado, Walter Lippman. Lippman empezó a trabajar echando una mano a un periodista ya veterano en el periodismo de investigación. Así estudiaron y denunciaron los casos de corrupción y actividades ilegales que se producían en Wall Street en 1910. De eso hace un siglo. Las cosas no han cambiado tanto.
Las cosas no han cambiado nada.

El Valle y la muerte

Datos:
Valle de la Orotava
100000 habitantes
15000-20000 pernoctaciones diarias turísticas
0 inversión en infraestructuras culturales en los últimos 20 años.

Santa Cruz de Tenerife
250000 habitantes
0 pernoctaciones diarias turísticas
200 millones de euros de inversión en infraestructuras culturales en los últimos diez años.

Digamos que la diferencia es, al menos, sonrojante. Preguntado un responsable de Canarias Cultura en Red, o lo que es lo mismo la viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias que dirige ALberto Delgado, le parecían bien esas cifras. No se me ocurrieron más preguntas.

Asesinatos

Ayer vi dos minutos de una serie española. No está mal, ¿eh?
No soporto que el vestuario de las series sea o siga siendo tan rancio. ¿Es que no hay uniformes de policía que le queden medianamente bien a un actor? Siempre he pensado que a un uniformado que le siente mal el uniforme pierde mucha credibilidad. Piensen en un guardia civil con una talla más de uniforme. Te entraría la risa nada más verle. Pues eso es lo que pasa con la mayoría de series y también por qué no decirlo de películas. Si queremos ser una industria audiovisual que se note un poco más, aunque sea en la ropa.
Y hablando de uniformes no me resisto a hablar del juicio a los militares que tomaron parte en la no-identificación de cadáveres de las víctimas del Yak 42. Sólo se me ocurre, visto y oído a todas las partes, que la única parte que no ha intervenido hasta este momento, o sea Trillo, o es un sinvergüenza o es un pedazo de hijo de puta. Si yo fuera familiar de esas víctimas...

Servicio público

Explicar qué es, cómo se debe financiar y el contenido de un servicio público debería ser fácil. El interés general, la comunidad, los impuestos, el progreso,... hay muchas maneras de hacerlo. Pero explicar todo eso de la televisión pública es más complicado. Si dejamos a un lado las autonómicas (tranquilo Willy Mijatovic García y adláteres, que esto no va ustedes), la televisión española es un servicio público, que se debería financiar con los fondos públicos y que debería tener un contenido acorde a su función, además de ser plural, diversa, etc...
Y sí, no debería tener publicidad, como no la tiene la sanidad, la educación, el ejército, las carreteras, ... Otra cosa es que nos pongamos a hablar de cuál debería ser el contenido de servicio público. Eso, a la vista está, no se cumple y dista mucho de lo que contemplamos como un verdadero servicio público.

De elecciones y datos

Ayer se publicaba el dato de que había bajado de manera significativa la licitación de obra pública en los primeros meses de este año con respecto a 2008. Esta noticia se entiende mejor si la ponemos en relación con lo que pasó a esas alturas del año en ese año 2008. Obviamente, hubo elecciones en marzo del año pasado y nada mejor que unas elecciones para que la obra pública se multiplique como las setas. Este año no hay elecciones. Bueno, las europeas, pero ¿a quién le importa Europa?

La lógica

Lo que es la lógica. El plan Zapatero para que se gaste 8 mil millones en obra pública da en el hueso de muchos economistas. ¿Por qué? Pues por lo mismo que uno desde la lógica que ve gastarse un dinero en una acera, en la plaza del pueblo o en asfaltar aquella calle de cuyo nombre no quiero acordarme. ¿Para qué? Para dar empleo a más de uno. Bien. ¿Y para qué más? Pues...
Y ahí viene la lógica. Se podría pedir que los proyectos que se paguen con ese dinero añadan un valor a las infraestructuras y sirvan para crear empleo y riqueza a medio plazo. Pero creo que es mucho pedir. Lo lógico sería invertir en formación para los desempleados y en proyectos con algo que decir en el medio y largo plazo.

Salvadores

El otro día salía en prensa que la Unión Europea se va a gastar una millonada para evitar la abstención. No dijeron si era para eliminarla de los medios o directamente casa por casa.
Al parecer los nuevos ministros están haciendo todo lo que no hacían los anteriores: reuirse, trabajar en fin de semana, en semana santa, coordinarse, sacar proyectos adelante, aparecer en los medios,...
Porque no hay nada que nos guste más que los políticos salgan en los medios alucinando al mundo con su capacidad de trabajo, sin mirar las fechas, ya sea viernes santo, sábado santo o domingo de resurrección. Y es que Zapatero ha de quitarse esa presencia que ahora aburre en los medios. Hoy algún periódico afirma que el cambio de gobierno se precipitó después de las elecciones gallegas. Así que el cambio de gobierno no se debió al cambio de coyuntura económica como comentan una y otra vez desde Moncloa.
Salen encuestas que dan a los socialistas muy por detrás de los populares. La abstención ante "la misma mierda" me temo que no se mide en esas encuestas.

Sin comentarios

Y no lo digo por el buen resultado conseguido por el Barça.

Todos a una

Vimos en la prensa que Salgado y Blanco se reunían para coordinar los ministerios de los que son responsables. La supuesta noticia si la hubiera es que no hubiera coordinación. O que no se reunieran. Faltaría más que no se reunieran o ¿no es tan normal que se reúnan los responsables de Fomento y Economía? Sospecho que sí, pero a estas alturas quien sabe.

¿A qué vino Jesús?

Supongo que alguien podrá contestar a esa pregunta porque la respuesta nunca me ha quedado clara. ¿Es que el mundo estaba tan mal? ¿Es que ha mejorado mucho? ¿En qué se pensaba cuando apareció este señor en este mundo si es que lo hizo? ¿Fue el inicio de la propaganda la propagación de los evangelios? Todos sus mensajes están muy bien, pero ¿en qué tienen que ver con los que envía la rancia Iglesia desde hace demasiados siglos? Es todo muy extraño y paradójico para ser verdad, así que mejor no me lo creo, aunque sigo esperando respuestas.

Esperando al sol

Es casi mediodía y el sol no termina de salir. Ha amagado y por eso estoy en la terraza como si lo estuviera invocando, o como si me hubiera engañado y yo hubiera acudido a ese engaño, víctima de mi ingenuidad y atrevimiento. Sólo el éxito las distingue pero ahora estoy a vueltas con el éxito. ¿Qué es? ¿para qué sirve? No soy yo sin mis fracasos, los más brutales también. Así soy yo, pero no estoy arrugado. Todavía me queda frente, en realidad, cada día tengo más frente. Esto no dice nada bueno del futuro, pero al menos dice que sigo en el presente, que es ahora lo que más me interesa.
El sol del presente. Ojalá.

Lealtad

Al parecer busca lealtad Zapatero en los nuevos nombramientos. Ya la buscaba Bermúdez en el Auditorio en vez de profesionalidad. Al final, a los políticos se les ve el plumero de la lealtad mal entendida. Y si no, busquen la palabra en el diccionario. Seguro que la política no tiene nada que ver. Política son ideas, buenas, a poder ser. Ayer no se anunció ninguna idea y menos la de poner la Educación por delante de cualquier otra. Y si no se apuesta por la educación los nombres me dan igual.
Espero ver el sol hoy. Anoche comprobé como la vida, en forma de pie, de patada de kárate casi, se abre paso. Es inevitable sentir emoción ante la personita que poco a poco irá reconociendo caras y poniendo sílabas en su vocabulario. También eso es educación, sentimental, pero educación al fin y al cabo.

Una de Rajoy, otra de políticos

Decía el caradura de Rajoy que Zapatero no cuenta con sus ministros, que parece que le sobran cuando tienen que tomar las decisiones que toma. Rajoy tiene razón. Los ministros, tan importantes que dicen ser, parecen peleles en manos de unm presidente que deshoja la margarita mientras todos ponemos ojos como platos. Pero esta individualidad no es nueva. Que le pregunten a Rajoy por el famoso cuaderno azul de su jefe Aznar. O incluso por la forma de nombrarle al frente de su patio de su casa, llámese PP. Pero no. Los políticos no suelen verse la viga en el suyo. Desmemoriados sinverguenzas de su pobre historia.
Mención singular merece la ministra Cabrera. Ayer dijo: "Las crisis de gobierno no son opinables. Son competencia del presidente del gobierno". Churras y merinas. ¿Qué tendrá que ver la opinión sobre algo con la competencia sobre algo? ¿O quiso decir que no tenía opinión?

Niños

Veía un anuncio que vendía una leche que era muy buena para los huesos. El anuncio enseñaba lo que sufre la espalda de un niño cuando va al colegio con la mochila cargada de libros. Me preguntaba si lo mejor que podía anunciar esta situación era un tipo determinado de leche para el calcio de los huesos de la espalda del niño que sufren tanto o si, en cambio, podría publicitar una mejor educación. No sé si me siguen.

Ombliguismo

Es una pena que a veces como hoy uno se pare poco en un periódico. Desde las ínfulas de alguno hasta el núcleo de la mala leche de otros, uno huye del periódico más que otra cosa. Por eso, si dejamos a un lado las llamadas de Berlusconi o la afirmación de Soria de que Zapatero no se come el turrón (será porque Soria habrá adjudicado ese turrón a algún amigo nórdico), lo que me produce quizás más pena es el supuesto interés mundial que suscitan las declaraciones de una mujer que fue secuestrada junto a una supuesta amiga y de cómo en el cautiverio se pelearon y ya no se hablaron jamás. Menuda mezquina historia.

Educación equivocada

En el tejemaneje de la crisis, vemos y leemos cosas como que el limitar el salario de los banqueros o de los grandes ejecutivos supondrá una pérdida de talento que el Estado no puede permitir. Es curioso que ahora el talento esté vinculado a cuantos millones de euros ganes al año. Yo pensaba que el talento estaba vinculado a las virtudes intelectuales o físicas para realizar grandes obras. Ahora resulta que el talento depende de los ceros en ese talón que ingresas cada mes. En algo se ha equivocado la educación en el capitalismo.

Más de Willy, nuestro Mijatovic

Aunque empecemos hablando de nuestro Buruaga particular, ese Daswani que parece mirarse al espejo y solazarse cuando dice aquello de: Esto es Canarias (pausa dramática) y éstas son nuestras noticias. A lo que añado yo: Será tus noticias, pollaboba. Suceso tras suceso, de las noticias no queda ni rastro, sí esas noticias que ponen a solfa a más de medio gobierno canario, más conocido como el Paulinato con Soria "imputado" todo el día.
El ínclito Willy en la SER hoy, donde Xuancar le da la cova necesaria (la re-cova) y más, afirmó: Soy profundamente canario. Lo dijo refiriéndose claro a los partidos de fútbol que su tele, nuestra tele, aspira a retransmitir a costa de nuestros presupuestos. Para dar partidos, de eso no cabe la menor duda, es profundamente canario y profundamente pollaboba.

¿Hay intelectuales?

Me refiero a que si esos que se llaman o llamamos intelectuales de verdad tienen peso social, ético y cultural en lo que hoy llamamos España o para concretar un poco Canarias. Sí, la pregunta es retórica pero el problema es que no atisbo ni un ligero viento de que esto pueda mejorar, de que haya una clase con recursos de aquella índole que quiera implicarse en cambiar las cosas y no sólo en quejarse con la boca pequeña de lo que pasa y por qué pasa. Hoy más que nunca la sociedad, ella no lo sabe, demanda otro tipo de políticas y otro tipo de democracia, pero la oferta de estos intelectuales es nula o tirando a cero. Para que tire a infinito no hay duda de que debe haber un posicionamiento claro de los intelectuales con altura de miras, espíritu crítico, con nuevos proyectos bajo el brazo que aspiren a un interés común enlazado sí con el estado del bienestar, con el futuro de estas islas, con el progreso social y mental, con la economía sostenible y con una nueva ética.

Esos señores

Dos anécdotas pero bien valen mencionarlas aquí porque tienen su gracia: Canarias presentó sus cortos en Madrid, en el cine Capitol, con la presencia de la televisiva Loreto Valverde, o eso fue al menos lo que destacó la nota de prensa del Gobierno de Canarias. La segunda, ayer en el Diario de Avisos se hacían eco de la inauguración de la exposición de los mejores bodegones que alberga El Prado en una sala de Tenerife. La foto de portada eran los políticos dándose un paseo señorial por la exposición. De los bodegones, ni rastro.