martes, junio 19, 2007

De Berlín y otras cosas


Estuvimos un fin de semana largo en Berlín, la capital de Alemania y en otros tiempos símbolo de lo que el este y el oeste significaban para el uno y el otro: un muro. Por muchos adjetivos que queramos ponerle, el único que no le podemos quitar a esa relación o a esa no-relación es la comprensión. La compresión por parte de muchos que con muros no se arregla nada y que con el paso del tiempo sólo significa vergüenza e incomprensión. Pero el bien pensado oeste o la civilización occidental sigue intentando poner muros, ya sea en forma de vigilancia de personas, ya sea en forma de locura militar contra lo desconocido, que es a veces para lo que sirve la política cuando el significado del original griego era algo así como "ciudadano, civil, relativo al ordenamiento de la ciudad". Pues aesta ciudad la política le hizo todo lo contrario. Recordaría al famoso juez Rey Salomón cuando tomó la decisión de partir a un niño por la mitad para que dirimir la discusión entre dos mujeres que querían su maternidad. Se ve que no aprendemos los humanos.
No es de extrañar que como metáfora de un viaje a un campo de concentración, el tren que nos llevaba hasta Sachsenhausen tuviera que detener su marcha al encontrar cerca de la vía del tren una bomba que no explosionó cuando debía, es decir, durante la segunda guerra mundial. Y es que las bombas las pone el diablo aunque no estallen.

Posdata: el alquiler de pisos en Berlín está un triple más barato que en Madrid. Eso sí que es la bomba.

viernes, junio 08, 2007

¿Estás seguro, George?


Aquí sólo vamos a reproducir una frase de uno de los hombres más reconocidos en la actualidad: "Una noche nos vamos a la cama pensando que hemos encontrado al amor de nuestra vida y a la mañana siguiente nos levantamos al lado de una persona a la que le huele mal el aliento". George Clooney, dixit.

martes, junio 05, 2007

Exilio digital


Sin todavía habernos restablecido del último del primavera sound y de todo lo que ello implica, nos aprestamos a volver a la vida en capital que se resume en dos palabras: PSOE y ETA.

Pero no, no vamos a comentar nada de Sebastián (Dios nos libre) sino que nos vamos a limitar a comentar un poco de música que siempre será mejor (en eso al menos estaremos de acuerdo, ¿no?). Primero, fastidio. Ni Explosions in the sky ni Klaxons. Segundo, lo mejor, quizá Maximo Park, quizá la determinación de Jack White, quizá la brutalidad de Justice, quizá la vuelta de Smashing (aunque habrá que ver si tienen algo más que aportar a la música de nuestro tiempo), quizá Modest Mouse, la melancolía de electricidad de Wilco, también que Canadá no es un país tan aburrido como parece...
Pero, sin duda, lo que habrá que recordar de este festival es la gente de Madrid que va para allá a darlo todo. A tope como diría Epi. Hasta el amanecer, que es uno de los más brillantes que recordamos.