miércoles, agosto 27, 2008

En la terrible levedad de una llamada

Pueden ser 30 o 40 segundos. A veces pueden ser hasta menos. De esas cosas que en un suspiro ya están hechas. A veces la vida no dura más que eso, la vida de lo que nos acordamos, y que no vamos a olvidar nunca. ¿Qué les diferencia? ¿Lo olvidable y lo inolvidable? De profundos misterios está lleno la mente del ser humano, pero este es de lo más insospechado; ese disco duro de muchas gigas que conviene o no en guardar los datos que a la mente más le han llamado la atención. Ahí se quedan, en esa retina de gigas lo que de verdad es importante porque es de lo que de verdad te acuerdas. Y te emociona.

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