La puntualidad
Relojes en hora, de los que se cuelgan en la pared, algunos están de pie, digitales, analógicos, despertadores de mesa, la hora en el ordenador, en el móvil, en el trabajo, en el coche, en la rotonda de la palmera, en la autopista del norte, en la relojería cuando bajas la calle, en la tele, a mediodía, mientras desayuno en el bar, en la pulsera,... El sol nos da pistas y las sombras las esconde... Sé puntual, me dijeron de pequeño. Ya nada volvió a ser igual.
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