Noches grises
La noche acaba siendo gris. Estos días el frío hace llorar y tapa caras. Somos un poco más fantasmas de lo normal porque no se nos ve. Da miedo mirar el cielo que se cae a trozos. Las letras ahora no sirven. Sólo sirve el abrigo y un café bien caliente. Seguro que todos lo hemos hecho. Un café es ahora después de la madrugada lo único a lo que agarrarse para seguir durmiendo, para quedarse en el sueño que aveces, ojalá siempre, me traslada a la infancia, eso que ya no está pero a lo que todos pertenecemos. Oigo la radio y escucho las noticias que una detrás de otras vienen y se van. El café permanece y los labios, al principio, fríos, ahora quieren hablar, aunque sea en la soledad de periódicos e internet.
2 comentarios:
Espero que tu fin de semana haya respondido a las expectativas que tenías sobre él. Ánimo con el pulso de tu interior, pues has de seguir contando
cada vez me gusta mas leerte
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