martes, octubre 23, 2007

Tragedias

Bueno, no es una tragedia, sino una dramedia. La plancha del pelo de Belen me lo recordó esta mañana. Hemos vuelto a Atlanta, la ciudad que es ahora del viento y del agua. De la humedad, también. Humedad que necesitan en la costa oeste que se quema como mis islas canarias hace unos meses. Allí tengo a mi perra, Beti, que cada vez que quiere comer maúlla como si fuera un gato. Sólo tiene un mes, pero tiene hambre de león enjaulado. Mi madre le da de comer como a nosotros cuando también éramos pequeños (algunos todavía lo somos). Allí también está mi sobrina que berrea cada vez que... cada vez que le da la gana. Está en su derecho. Es muy guapa, con los ojos muy grandes, curiosa, y muy física. Que se lo digan a mi hermana. Parece ya una atleta de esas que corren y corren y no miran para atrás. Martina nunca mira para atrás, siempre para adelante. Hoy el café estaba puesto nada más levantarme y sí parece que el sol se anima a salir en Georgia. ¿Lo ves? Ya no es tanta tragedia. Ahora es una comedia.
Anoche soñé mucho. Cosas buenas y cosas malas. Tragedia y comedia. Ya olvidé las tragedias. Me quedo con tu mirada. Me reí contigo.

4 comentarios:

Blogger Un tipo dinámico ha dicho...

¿Te planchas el pelo?

7:59 p. m.  
Blogger Unknown ha dicho...

Ahora no,pero recuerdo ver al intenso con una coleta y el pelo liso en la Nochevieja del año 95(no puedo asegurar el año,pero va por ahí).

11:22 a. m.  
Blogger insider ha dicho...

NO, no me plancho el pelo... Todavía...

5:05 a. m.  
Blogger Unknown ha dicho...

Pero en algún momento de tu vida sí que lo hiciste,jajaja.
Por cierto:qué guay está eeuu que ya no constestas a mis emails!!!

2:25 p. m.  

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