lunes, diciembre 10, 2007

Kevlar

Los viajes me excitan. Este a Alemania no es una excepción, es una excitación. Veré a Ana, que es un vendaval allá por donde pasa. Quien la conozca sabe de lo que hablo. Es mi segundo viaje al país teutón este año y en toda mi vida. Me dicen que Colonia es una ciudad bonita y con muchos lugares donde guarecerse del frío de esta época del año: según la predicción meteorologica, lo normal es que llueva. Lo contrario que aquí. Ahora hace un sol espléndido y a juzgar por la gente que camina es verano. Antes, hasta hace poco, jugaba con los números: ahora son ellos los que juegan conmigo. Esta vida en la que los números dirigen tu futuro y tu presente no es lo más saludable que hay. Es lo contrario de la vida pero uno es adaptable, como si fuera Kevlar (el kevlar es un material muy sólido pero a la vez muy adaptable). En este viaje a Alemania seré como el Kevlar y esto no es una contradicción.
Por cierto este finde hice la segunda corrección del libro que estoy escribiendo. Va a ser eso verdad que no se acaba de escribir un libro nunca. Todavía no diviso el final. Pero ya sólo me falta plantar un árbol y tener descendencia, según dijo alguien que nunca me acuerdo de quién es.

1 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

Por lo del árbol no te preocupes que yo lo arreglo rápidamente.
En lo del hijo no puedo ayudarte.
Yo no he escrito un libro como tú,pero he escrito muchas otras cosas así...me falta tener un hijo,mientras tanto,a practicar.
Besos.

1:53 p. m.  

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