martes, octubre 03, 2006

La alegría y tristeza de los barrios


No podemos por menos alegrarnos que algunas ¿producciones? de televisión que se hacen en este país vayan mal y no nos referimos únicamente a las audiencias. Nos entristecemos por otra parte porque es lo que eligen las televisiones para llenar sus parrillas. Todos sabemos, los que estamos en este medio y los que no, que en España no hay preproducción, a veces ni producción, y muchas veces no hay postproducción. Quizá es el momento de que alguien dé un paso al frente y diga: Hasta aquí hemos llegado. Los estómagos de las personas que quieren ver productos que tengan una cierta calidad pueden llegar al colapso más temprano que tarde.

Lo que queda meridianamente claro, señores de la televisión, son tres cosas:
Una, que una señora que sale con salto de cama escena sí, escena también no sabe escribir una serie porque simplemente no tiene ni puta idea.
Dos, que un señor que imita personajes, que sólo imita personajes mejor dicho, no parece que tenga algo más en la cabeza para sacar adelante una historia.
Tres, que el patinaje no es un deporte que en España tenga mucho éxito (¿será porque no somos un país escandinavo?). Así que esperamos alguna dimisión.
P.D.: Nos apuntan una cuarta: que un programa que pretende ser educativo, interesante y entretenido no puede ser presentado por un elemento más conocido por ser el alter ego de Ana Rosa Quintana.
P.D.: Ya que a veces nos dicen que somos muy negativos, recomendamos un ...libro, claro: Los artistas de la memoria. Porque, aunque no lo crean, la memoria está de moda. Y una película: Palindromos. El más que original Solondz vuelve a manejar una historia suculenta y truculenta con la misma habilidad de siempre. Hasta te ríes al final. Sólo apta para mentes muy abiertas.

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