martes, febrero 12, 2008

Invenciones

Me gustaría que esa nube que hoy tapaba el cielo a medias fuera una nube valiente. Que fuera contra el Teide y que montaran una especie de batalla con el azul de fondo. Pero esa nube se quedará en el Valle todo el día, mendigando un poco de lluvia a esta tierra necesitada. Esa nube que dicen que es portuguesa o atlántica (lo mismo da). Es una nube húmeda con un horizonte azul que es de donde vienen todas y adonde van a morir todas. Sorteo los coches y los pensamientos para llegar al trabajo con una sonrisa. Digamos que es un ejercicio que el yoga no me enseña pero me imagino que va un poco de eso. Haces ohmmmmmm, y sonríes. No puedes dejar de sonreír ante tamaño ohmmmmmmmmm. Y sí, sonrío y me tomo un cortado, que aquí llaman natural en una cafetería furtiva muy cerca de un kioskero que a veces tiene El País y a veces no. Es que llegas tarde, me dice. Yo miro el reloj. La verdad es que siempre llego tarde.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

el yoga te enseña a ser testigo de tus pensamientos, a observarlos desde fuera sin juzgar.

pero no a sortearlos.
sortearlos produce contracturas.

1:11 p. m.  

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