miércoles, diciembre 19, 2007

Descontar

Hacía mucho tiempo que un hombre no me contaba su vida en tan corto espacio e tiempo. Él es un hombre mayor y ha pasado por el quirófano muchas veces. Ya ni se acuerda. Fístulas, rodilla, estómago... está casi todo retocado por entro. Por fuera también. Lleva un pantalón de tela que está sucio. La bragueta de cremallera está ahí, a la vista. su mirada es simpática y siempre muestra una sonrisa a pesar de que casi se marea. Vive en un cuartucho que sólo pude imaginar: se quería meter en su cama y esperar a que la muerte le envuelva. Quizá me quería contar parte de su vida. Pero en un momento me reflejé en él, como si fuera un espejo, pero al que el vaho no impedía que uno se viera tal y como es. pasó un chico y le llamó Don Manuel. Manuel le pidió dinero, el chico dijo que no tenía. A mí nop me pidió nada. Sólo tiempo. Yo se lo di. Iba con un bastón. Iba con la muerte. Pero sonreía.

4 comentarios:

Blogger Doisneau ha dicho...

Dar tiempo. Eso es algo grande. Ella me mira desde su silla de ruedas y yo creo que no le he tiempo. Es mi abuela.

5:25 p. m.  
Blogger Unknown ha dicho...

Los valientes miran a la muerte de frente y,aún sabiendo que perderán,todavía son capaces de reirse de ella.
Espero que a mis Manueles les sorprenda la muerte durmiendo,después de un día intensamente vivido.

6:45 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

sin la muerte la vida ¿qué sería? una sucesión interminable de alegrías cada vez menos alegres, desaparecerían la frustración y el éxito... Es el punto de fuga; sin ella no hay encuadre. No me lloren.

2:56 a. m.  
Blogger Unknown ha dicho...

No te lloraremos,simplemente te recordaremos,seas quien seas.

12:17 p. m.  

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