viernes, octubre 09, 2009

Valencia y Brito

Menos crítica, menos denuncias,...
Así acaba una alocución radiofónica el alcalde de La Orotava, último alcalde franquista y único en democracia.
También es notable a la pregunta de si va a presentarse por enésima vez:
Por este orden si la salud me lo permite, si el pueblo me lo pide, y si mi partido me elige.
Por este orden señor Valencia no. Manía de los políticos de hincharse por el apoyo popular que notan como si fuera una experiencia religiosa. El apoyo popular sólo se puede sentir empíricamente en una democracia a través de los votos. Eso va para usted también señor Brito. Al parecer lo primero que hizo al llegar a su nuevo-viejo puesto de alcalde de Puerto de la Cruz fue poner el crucifijo sobre la mesa tomando posesión. Toma castaña.
Entre ambos suman casi 160 años. Cuanta experiencia dirían algunos. Cuánta caradura eterna pienso yo.

1 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

Qué penita de Puerto y qué lástima me da esa gente(con crucifijo incluído)!
Habrá algo más antidemocrático que eso?
Un besito sureño.

5:00 p. m.  

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