jueves, septiembre 20, 2007

La comunicación de los Panda


Uno se lleva las manos a la cabeza día sí y día también ante el tan socorrido concepto de la crisis que viene. Lo hago porque a partir de ese lugar común muchos tipos, organizaciones y demás gente mala se aprovecha de esta situación para ganar un poco más de dinero extra. Cuando uno ve los resultados de estas compañías inmediatamente se hace la misma pregunta: ¿qué crisis? Ah, pero es que donde nos tenemos que fijar es en otro lado, porque las crisis siempre van a la misma parte de la sociedad: a los más débiles, a los que menos dinero tienen y a los que más trabajo les cuesta llegar a final de mes. El Gobierno suele mirar hacia otro lado y esperar que pase el temporal sin que la crisis te pille en medio. Si lo hace, a anunciar medidas salvadoras para ese grupo de la sociedad que mira por dónde y cada cuatro años, vota. O sea que al final es un tema de analizar quién es la víctima de todo esto y quién el verdugo.

Hablando de víctimas, daba un poco de pena ver a los osos panda que llegaron a Madrid hace pocos días. Están bien, no están deprimidos, al menos, eso dice el veterinario del zoo de Madrid. Esta práctica de los zoos no la he visto muy clara nunca. No es precisamente felicidad lo que muestran estos animales cuando uno los va a ver. Más bien melancolía de un pasado mejor. O al menos más libre. Estos dos oseznos al parecer no se pueden ver entre ellos. No es que estén enfadados sino que los mantienen separados sin apenas olerse. Y es que se tienen que procrear dentro de unos meses. A lo mejor en vez de llamarse como se llaman (un nombre chino un poco raro) los podrían haber llamado Elena y Jaime. Seguro que tienen quintillizos. Y es que a veces, como seguro creen los veterinarios que les pasa a los panda, es muy difícil mantener un diálogo fluido con alguien. Uno que dure más de dos minutos sin que decaiga por el aburrimiento, por la velocidad del mundo y por el deseo sexual. La solución está clara: el encierro. O el canal de Gran Hermano. O abrirse en canal. Decidan ustedes.

(Los de la foto no son los de Muchachada Nuí. Por cierto, un poco regulero anoche, menos el momento Lemon, que era para partirse la caja)

6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

en el homo sapiens la mayoría de las veces el diálogo decae por orgullo, no crees?
por cierto que me dices del GH infantil americano....

8:06 p. m.  
Blogger Unknown ha dicho...

Madre mía!!!GH Infantil?A la cárcel con los padres.

11:13 p. m.  
Blogger insider ha dicho...

Me ha gustado lo del diálogo decae por orgullo. Desarrolle eso. Del GH infantil, creo sobran las palabras, aunque dedicaré un post al tema Amor...

11:12 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

El orgullo (o exceso de autoestima) esta ligado al atrevimiento a ser el primero en dialogar acerca de temas conflictivos o incómodos, en el punto en el que el mantenerlo intacto se convierte en lo más importante.

10:03 p. m.  
Blogger insider ha dicho...

Es una reflexión notable (¿es suya, anonimo?). Me parece muy interesante, pero supongo que tiene que ver también con la necesidad y la confianza, necesidad de contar algo verdaderamente importante y confianza para que ese inicio lleve a alguna parte con el interlocutor elegido. ¿No cree?

11:31 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Estoy de acuerdo, el atrevimiento dependerá de la necesidad y de la confianza, pero no del orgullo. Es una reflexión sin más (mía). H.L

2:04 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio