martes, septiembre 11, 2007

Si me buscas

No voy a divagar sobre lo mal que está esto, o lo mal que está lo otro... Sería reincidente y no he venido aquí a pecar de decir las mismas cosas con distinto collar... Sólo tengo un perro. Sólo me gustaría advertirme y por ende al resto de los internautas que de pascuas a ramos se pasan por aquí, que la felicidad allí donde está es inasible por más que queramos meterle mano hasta el coño, ya esté rasurado o no... Los coños están para todos (no me vengan feministas a dar por saco, donde digo coño pongan ustedes el genital que quieran, aquí no deja de ser una metáfora)... Martin Page señala a Clemence como su musa, más que eso, como la mano que le salva de la perdición de una vida, la suya en este caso. No sé si Clemence existe, pero si no habría que inventarla. A todas las Clemence, buenas noches y buena suerte (este post no lleva a foto. Imagine usted el mejor de sus retratos. Luego, por favor, páselo por el photoshop. Es gratis)

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