El fútbol, de moda
Que no el moderno, es de lo que vamos a hablar aquí y más concretamente del Barça y de toda la que se ha formado alrededor de los cuatro fantástcos y toda esa parafernalia propagandística para vender periódicos.
Antes de nada, no hay que olvidar que estamos hablando de un juego en el que juegan once jugadores que corren detrás o delante de un balón. Recordamos esto porque el Barça ha dejado de ser un equipo para convertirse en un escaparate de estrellas llamadas a marcar una época en el fúbol, pero no en el juego.Sí, ellos son los más guapos (o los más feos) pero sin duda los más caros o los más atractivos para el negocio publicitario que les rodea y finalmente les consume. Para ello un ejemplo: a mi prima le caen muy bien los famosos que se terminan casando con personas normales, esto es, las que no son famosas. Ello según ella denota una capacidad extraordinaria de mantener los pies en el suelo y saber de qué va la vida: ser feliz y esas cosas. Transplantando esto al fútbol, buscar un crack del Barça que no tenga un suculento contrato con una firma deportiva se antoja imposible. Finalmente, el Barça deja de ser un equipo de fúbol, y se convierte en una marca al servicio de presuntas estrellas del fúbol, con unos bolsillos infinitos que llenar. Y no hemos hablado del juego... ¿A quién cojones le importa?
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