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Al parecer, y ya era hora, se va a subir la fiscalidad a los contratos supermillonarios que se firman entre los clubes y los jugadores de fútbol. Hete aquí que los clubes están que trinan porque dicen que ya no podrán ser competitivos en Europa. Dicen que pararán la Liga de fútbol si el Gobierno se atreve a llevarles la contraria. Sin embargo, a mí me daba por pensar que con ese dinero de más recaudado se podrían mejorar y completar algunos servicios públicos, sobre todo, la educación y la cultura. Mi ingenuidad me delata.