martes, abril 28, 2009

De revoluciones a la francesa

Para que empiece esa revolución la pregunta que siempre me hago es: ¿Por qué siguen las instituciones del Estado en manos de los partidos políticos, que más allá de sus siglas, son las instituciones más corruptas, oscuras y sectarias que hemos conocido en democracia? Porque lo que sí sabemos es que las empresas quieren hacer dinero, unas con más pasión y menos ética y otras al revés. Pero, ¿cuál es la principal finalidad de un partido político? ¿Es acaso el bienestar de la gente? ¿O ganar en número de votantes cada equis años y así poder aspirar a ganar las siguientes elecciones? Sí, ya sé que la respuesta será algo así como: No todos los políticos son malos, son sólo algunos. Hablo siempre de los partidos políticos como infraestructuras que desde mi punto de vista han acabado consigo mismos a fuerza de corromperse y pudrirse hasta extremos insostenibles. Eso es, son insostenibles como fuerza que haga avanzar hacia una sociedad más justa.
Ese es el primer paso. El segundo, sentido común, proyectos a medio y largo plazo y profesionalización de la gestión pública.

1 comentarios:

Blogger Zanzara ha dicho...

"profesionalización de la gestión pública" me gusta esta frase, me gusta el fondo y estoy de acuerdo. Yo soy de las más pesimistas, todos los políticos son malos, o, mejor dicho, acaban siendo malos, pues les prima su ambición de poder, dinero etc sobre cualqeuir otra cosa (lésae su "misión" primordial, gobernar -o hacer oposición- con la mínima honestidad)

3:45 p. m.  

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