La vida y la muerte
Casi todas las mañanas me cruzo en mi camino al trabajo con un rebaño de cabras. Tal cual. En pleno 2008, esas cabras con perros falderos se pasean por una carretera que me lleva a la rutina. También me encontré esta mañana con un perro parecido al mío muerto. La simple sonrisa se convirtió en reflexión y de ahí en tristeza. Todo en un segundo. Siempre vamos por delante de la ficción, que nunca lleva a ninguna parte. Esta noche veremos ficción en la tele. Es la ficción de un debate. Mañana me cruzaré con las cabras otra vez. En la carretera.
3 comentarios:
yo siempre ando pensando en la muerte...
Yo no, pero a veces le hago hueco en mis oraciones
No se llaman perros falderos,se llaman pastores,parece mentira...
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