Venirse al sur
Me he venido al sur en busca de soledad. Esa soledad que permite hacer cosas simplemente porque quieres mirar a los ojos de la pantalla de este ordenador que a duras penas soporta esa falta de memoria que a ambos nos atenaza el futuro. En el norte está el anverso y también la lluvia y el frío. Aquí hay otro ritmo, más extranjero, cosmopolita. La luz es del sol y el café italiano. Ahora intento plasmar en un guión una idea sopesada, si se quiere contradictoria, pero donde se habla de memoria, de olvido, de muerte y de esperanza. Los personajes flotan entre mis dedos mientras las olas van cayendo, una cada seis segundos más o menos.
1 comentarios:
Seis segundos?En ese corto espacio de tiempo se crea y se destruye una ola?y cuántas mas cosas...
Ese sur que tanto nos inspira me recibirá el martes,con los brazos abiertos.
Anoche descubrí paz,en S.José de los Llanos,en una cabaña...en una conversación.
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