domingo, enero 18, 2009

Suspiros

De pronto estábamos en frente de esa especie de estadio de fútbol. Mucha gente por fuera, bufandas, la mano de mi padre ya empezaba a estar fría. Pareció que se dio cuenta cuando trató de cogerme en brazos. Pero yo no quise. Ya era mayor. Era mi primer concierto y allí había chicas mayores, quiero decir, mayores de tamaño. Siempre me gustó compararme pero ese día salía perdiendo. Además nadie tenía capucha. Mamá insistió en ponerme ese abrigo con capucha que me hacía más renacuajo. No pude decirle que no me gustaba. La palabra no en presencia de mis padres estaba prohibida. No quería jaleos ni malas miradas, ni siquiera un suspiro de esos que se oyen. Quería parecer mayor y esa capucha me lo impedía. También mi padre. Pero mi padre era eso, la persona que me impedía cosas. Por ahora. Él a veces me lo recordaba. Soy tu padre. Ya lo sé. ¿Crees que soy tonto?

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