Prohibiciones para pajilleros

No vamos a entrar aquí en las sinopsis de las pelis españolas. Sólo queremos poner negro sobre blanco unos deseos de buena voluntad para que no se vuelvan a repetir cosas que nos parecen que están fuera de lugar o que en todo caso se repiten en todas y cada una de las películas españolas que hemos visto en los últimos meses ya sea en cines o en festivales, pues estimamos que muchas no se estrenarán en cines y no porque la cuota del cine español o las distribuidoras o el cine americano o... sino porque las pelis españolas son malas de cojones.

Nos referimos a tres elementos principalmente: la música, una música a ratos estridente y a ratos insoportable que transcurre a lo largo de toda la película, tanto que acabas por preguntar si estás viendo una peli o asistiendo a un concierto del músico de turno.

El grano, o esa manía del director o del director de fotografía que el grano es lo más. No, a veces, muchas, es lo más cutre que podíais hacer.

Y tercero, quemar la imagen, porque la textura de la película, del celuloide, no siempre tiene porque ir quemada en blancos que hacen contraste con la acción de una peli, la haya o no. Porque no nos engañemos detrás de quemar la peli, de darle grano y de poner música aquí y allí es sinónimo de notengoniputaideadeesto y devamosavercómosalimosdeestepaso, lo cual muchas veces es lo mismo que decir quebiensenosdanlaspajasmentales.

Para ejemplos ver Concursante, Pudor, Bajo las estrellas, Ladrones...