miércoles, enero 03, 2007

El pasado es el jodido futuro


Esto pasaba hace años, casi siete concretamente, tras la tregua anterior de ETA (a ver si apreciamos algo):

En La Moncloa había causado buena impresión la intervención de Almunia (Rajoy) en su mitin del domingo en Leganés (Madrid) en la que responsabilizó exclusivamente a ETA del fin del alto el fuego y ofreció el apoyo del PSOE (PP) al Gobierno dejando de lado las diferencias tácticas que los socialistas han mantenido con el Ejecutivo durante el proceso de paz.

El refuerzo de la unidad de los partidos democráticos frente a ETA fue el eje de la reunión. Aznar y Almunia (Zapatero y Rajoy) coincidieron en el diagnóstico de que ETA nunca quiso promover un proceso de paz sino de "construcción nacional". Al no ver respaldados sus postulados por los votantes ni en las elecciones autonómicas ni en las municipales, y ante el "insuficiente" apoyo del PNV, la banda ha decidido el retorno a las armas. Almunia (Rajoy), por su parte, opina que la ausencia de un ámbito de trabajo sólo puede paliarse con el establecimiento de una nueva mesa de debate en la que esté el lehendakari, Juan José Ibarretxe, además de los dos principales líderes nacionales.
Así las cosas, el margen de maniobra para el Gobierno y los partidos democráticos es reducido. Aznar y Almunia (Zapatero y Rajoy) estimaron que el recurso a la movilización social es peligroso porque puede ahondar en el frentismo entre los vascos. A este respecto, PP y PSOE se sumarán a los actos que surjan espontáneamente o sean convocados por colectivos sociales, pero no convocarán bajo sus propias siglas.

Si las negociaciones hubieran sido transparentes, los peatones de la historia podríamos elegir conducta, pero a medida que se acercaban las elecciones, la razón de Estado volvió a demostrar una vez más su malicia anticivil. Sólo cabe esperar por dónde se romperá el aire, por dónde se romperá la vida. Por Vázquez Montalbán

Sin duda, si observamos un poco lo que se escribe, lo que pasa ahora mismo, pensaremos que estamos gobernados (políticos y periodistas) por una panda de indecentes y de gente inmoral que no merecen el más mínimo de los respetos. No es que estemos indignados, es que no dejamos de sorprendernos.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

No puedo estar más de acuerdo contigo, con la única salvedad de que a mí sí me indigna la indecencia de nuestros políticoa y de sus perros fieles, veáse el periodista de turno. Es de vergüenza..

9:07 p. m.  

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