Evo
El pollo no tardó en mirarle a los ojos. Quizá se le insinuó, quizá se le puso carne de gallina. ¿A quién? No al presidente de Bolivia. Él tiene pelo. Nunca se le cayó. Por ahora.
Una mirada que intenta evitar el ombligo (ojo, no siempre lo consigue)
3 comentarios:
a lo mejor lo que se le caen son las plumas.
pues a mi me van a salir... de tanta pechuga!!
qué risa tmc..muy bueno lo de las plumas!!!
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