La luz del sol

Los golpes en el pecho y el mea culpa que entonan unos pocos políticos ante la gravedad de la crisis económica no son otra cosa que prueba de su insensatez. Acompañados por esos que se dicen asesores, y que por tanto todo lo saben, dicen ahora que hay que hacer esto y lo otro. Las nulas políticas que desvincularon a la sociedad del progreso, por decir algo, del ladrillo no dejar ver otra cosa que su vergüenza limitada. Y es que es ahí donde comienzan a fallar y se los trasquilones que dejan el poder y la ceguera. La sociedad lo pagará. Ellos menos. Porque el sol ahora ciega, no ilumina.